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    Hola en este Blogger vamos a poder conocer más sobre los basurales a cielo abierto y centrarnos un poco en la ciudad donde vivo que se llama Florencia. El término “basural a cielo abierto” se utiliza para caracterizar el lugar de disposición donde se lleva a cabo la eliminación indiscriminada de residuos sólidos sin control de operación o con medidas muy limitadas para proteger el ambiente circundante.


Basurales a Cielo Abierto

      En argentina existen 5000 basurales a cielos abierto, lo que significa en promedio, más de dos basurales por municipio. La mayoría de ellos son formales, es decir, son el modo oficial en que los gobiernos locales eliminan su basura.  

     A diferencia de otros sitios de disposición y tratamiento de residuos, los basurales a cielo abierto carecen de medidas mínimas de seguridad por lo que puede encontrarse todo tipo de residuos, incluso patogénicos y peligrosos. Tampoco cuentan con la impermeabilidad de los suelos donde se emplazan o la distancia adecuada respecto de las napas freáticas, los cursos de aguas superficiales, los centros urbanos u otras áreas susceptibles de recibir los impactos derivados de estas instalaciones.  

    Las falencias en el tratamiento de los residuos representan una realidad transversal a todas las ciudades de argentina, un país donde nueve de cada diez personas habitan en núcleo urbanos. Es por esas razón que, si bien la competencia en el manejo de los residuos corresponde a los municipios, el problema de la gestión en general y de los basurales a cielo abierto en particular es por volumen y alcance, una preocupación a nivel nacional y uno de los principales problemas a ambientales del país.  





Los Riesgos

         Al no contar con suelo impermeabilizado, los basurales a cielo abierto resultan un foco de contaminación, tanto por la generación de liquido lixiviado como por la emisión de gases de efecto invernadero.  

    El lixiviado es un liquido que se produce cuando los residuos sufren el proceso de descomposición, y el agua (de las lluvias, el drenaje de la superficie o las aguas subterráneas) se percola a través de los residuos solidos en estado de descomposición. Este liquido contiene materiales disueltos y suspendidos que, si no son controlados de forma adecuada, pueden pasar a través del piso de base y contaminar fuentes de agua potable o aguas superficiales.

El biogás, por su parte, es una mezcla de metano y dióxido de carbono también producida a partir de la descomposición de los residuos. A medida que se forma el metano, acumula presión y comienza a moverse a través del suelo, siguiendo el camino de la menor resistencia. El metano es más liviano que el aire y es altamente inflamable, pero, además, liberado a la atmósfera, contribuye en gran medida el agotamiento de la capa de ozono y al cambio climático. 

La contaminación del suelo repercute en los ciclos de la vida de las plantas.  A su vez los residuos mal dispuestos pueden generar la proliferación de plagas y vectores de enfermedades diversas. 

Existen además el riesgo de que los residuos sean incinerados de forma espontánea o intencional, y en el caso de los plásticos y otros materiales puede derivar, también, en la emisión de sustancias toxicas, aumentando  la concentración de contaminantes atmosféricos como óxido de nitrógeno, óxido de azufre o metales pesados, como el mercurio, el plomo, el cromo y el cadmio.   

Los daños a la salud humana pueden ser de diversa índole y diferente gravedad, según la incidencia de varios factores. Algunos de las recurrencias detectadas son problemas neurológicos, malformaciones congénitas, bajo peso al nacer, o enfermedades como dengue y cólera. El cáncer es otro tipo de enfermedad que se presenta en aquellas personas que habitan cerca de basurales.  

Los residuos municipales


    Los residuos orgánicos en los basurales se biodegradan y por lo tanto crean condiciones favorables para la supervivencia y proliferación de microorganismos patógenos. Estas condiciones podrían mejorar aún más si los residuos se disponen junto con gérmenes patógenos de secreciones corporales y excrementos, orina, sangre y esputos humanos. Todos estos elementos se encuentran dentro de los residuos municipales a través de los pañales, las toallitas sanitarias y los desechos de los vómitos y otras secreciones humanas. Los residuos orgánicos también son una fuente de alimentos para los transmisores de patógenos entéricos como los roedores, los insectos, los pájaros y grandes mamíferos sueltos. 

Los residuos municipales contaminantes asociados con los riesgos de salud


    COPs, como las dioxinas y furanos (PCDDs y PCDFs) son compuestos orgánicos persistentes no biodegradables que se producen a pesar de la existencia de la quema de residuos sin control, la generación natural de metano y la quema de residuos a baja temperatura para la recuperación de metales. Los COPs desencadenan una respuesta biológica en los humanos que se traduce en problemas de salud neurológicos, inmunológicos y reproductivos. También han sido considerados responsables de desórdenes respiratorios, y un elevado riesgo de cáncer.
Principales contaminantes:
  • Metales Pesados
  • Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs)
  • Hidrocarburos Aromáticos Polinucleares (HAPs)
  • Sulfuro de Hidrógeno(SH2)
  • Material Particulado
  • Olores
  • Lixiviado
  • Biogás